Después de la derrota contra Japón, la Selección de Colombia tenía la obligación de ganarle a Polonia si quería seguir en carrera en el Mundial Rusia 2018. Yo soy de los peruanos que agradecen lo hecho por nuestros muchachos y Ricardo Gareca en este regreso a los Mundiales, pero quiero aprovechar la columna de esta goleada colombiana (0 a 3) a los polacos para graficar lo que marca la experiencia.
Segunda Copa del Mundo del argentino José Néstor Pékerman con Colombia, y una selección que se ha ido renovando con el paso del DT gaucho. Si bien es cierto que los cafeteros ya eran “caseritos de las Copas del Mundo” y tienen una realidad diferente a la peruana que no asistía a un Mundial desde 1984, la importancia del proceso de Pékerman es notoria. Por lo que resulta urgente la renovación de Gareca.
Colombia salió a ganar, y desde el punto de partida sorprendía alineando a Juan Fernando Quintero y al ya recuperado James Rodríguez como dupla creativa. Les cogieron el pulso a la Selección de Polonia que tampoco es una “perita en dulce” pero sí es inferior a los colombianos. Marcar a Robert Lewandowski anulaba la ofensiva europea, pero eso no es tan fácil como suena.
Por ejemplo, los peruanos tenían clarísimo que el futbolista danés a marcar era Christian Eriksen, lo soltaron en una jugada, el pase a Poulsen y el gol que nos terminó marginando de clasificar a Octavos de Final. La Selección Colombiana no solamente fue eficaz en defensa, sino también mató yendo al ataque. Cabezazo del defensa del Barcelona Yerry Mina y el funcionamiento perfecto de la jugada de balón parado. Pase de profundidad de Quintero y el gol de Radamel Falcao. Y contrataque a velocidad entre James Rodríguez y Juan Guillermo Cuadrado.
José Pékerman y un proceso con Colombia que debe servir de espejo para el Perú
A los colombianos les resta ganarles a Senegal para asegurarse una plaza en Octavos de Final. Jugando como hoy es muy posible que lo alcancen.
Manuel Salazar
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