Una cosa es ser soberanamente inteligente y capaz de hacer descubrimientos sobre las singularidades espaciotemporales o la radiación emitida por los agujeros negros, y otra muy distinta es preocuparse por explicársela a aquellos que no somos genios ni formamos parte de la comunidad científica. Ese respeto al hombre común y corriente lo tenía Albert Einstein, y también lo tuvo hasta el 14 de marzo del 2018 Stephen Hawking.
El físico teórico nacido en Oxford, Inglaterra, publicó libros como Breve historia del tiempo: del Big Bang a los agujeros negros o Brevísima historia del tiempo (este último junto al físico norteamericano Leonard Mlodinow), que se convirtieron en éxitos de venta. En ellos, Stephen Hawking procuró explicar sus descubrimientos y teorías, algo que lo pinta como un genio generoso en su sabiduría.
Sufrir de una enfermedad motoneuronal relacionada con la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), y estar postrado en una silla de ruedas con el cuerpo casi totalmente paralizado (una mente brillante en un cuerpo inútil) no le quitó las ganas de vivir, un hombre que se casó dos veces. Un ídolo de la cultura pop, que prestó su imagen a series tan populares como The Big Bang Theory o Los Simpson.
Hoy, despedimos a Stephen Hawking. Siempre se le recordará por sus descubrimientos, sus libros, su empuje y, claro, también por la película La Teoría del Todo (2014), que le valió un Oscar a Eddie Redmayne.
¡Adiós Stephen Hawking!
Manuel Salazar
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